Primera piedra... en la cabeza

Hay que ser gilipoyas.

Ayer que si íbamos palante (con sexo incluido) y hoy, te presentas en Sevilla pa decirme, que lo sientes, pero la "corista" te mola más, que cenásteis y pasaste la noche allí. Y depués te vas con ella a visitar a tu enamorada-que-pasa-de-tí a demostrar a "los otros" (vaya tontería) que lo vuestro se acabó de verdad

Eres absurdo, infantil y mediocre.

Pero bueno, por lo menos, has venido y me lo has dicho a la cara, como se deben hacer las cosas.

Adiós, o ciao como te gusta decir.

Primera piedra

Has puesto la primera piedra para algo que no sé si durará. Pero hoy me siento dichosa.

Si es verdad que sólo buscas una mujer que te ame, aquí me tienes.

Yo sólo busco la compañía de alguien maravilloso. Tú lo eres.

Sobre que pasará en el futuro, sólo Dios lo sabe. Lo importante es dejarnos llevar.

¿Por qué actuas así?

Eso que llegues a casa y me encuentres en la puerta esperándote ya se que no te gusta (aunque en otra ocasión me hayas invitado a subir, a tomar café "acanelado" y a yacer hasta el amanecer). Pero tampoco es para que allí, en medio de la calle, me digas, en voz baja, tal cantidad de improperios que no soy capaz de enumerarlos porque seguro que me dejo 10 ó 12 en el tintero.

Y no me va a hacer daño porque sé que, realmente, no soy la culpable de tu mala leche.

No sé que te habrá pasado en el coro o con la corista para que lo pagues conmigo. O con tu amada que pasa de tí. Me da igual.

Lo único que quiero que sepas, que no te guardo rencor.

Hoy, hubiese sido una gran ocasión para empezar a olvidar. Y las has perdido.

Fin del silencio

Aunque no quieras, necesitaba decir, al igual que lo hice cuando no dabas señales de vida, que hace unas semanas nos tomamos un café con canela (que no sabía que te salían tan bien).

La foto, si lo llegas a saber, no te la haces.

Edito: A petición del interesado, la foto ha sido borrada.

Silencio

Se acaba otra semana llena de silencio.
Llega otro fin de semana en el que mis ojos buscarán lo que no verán.

Entiendo los miedos.
Arropo el dolor.
Disculpo la incertidumbre.
Pero no perdonaré la cobardía.
No existe razón para ahogar los sentimientos.
Vive, respira y piensa que no siempre hay nubes grises tras de la puerta.

Amigo

Amigo.

¿Sabe alguien el verdadero significado de esa palabra? ¿Está tan devaluada que no tiene apenas valor? ¿Para qué están los amigos? ¿Hasta dónde es lícito que dos amigos mantengan la amistad para que no deje de considerárseles amigos? ¿Se puede perder el contacto con un amigo y cobrarlo muchísimos años después? ¿Sigue siendo amistad? ¿Interés?

Jamás pensé que me pudiera hacer estas preguntas que hoy me hago. Dudar de la amistad. No de la persona, sino del sentimiento común que las unen.

Echo la vista atrás cinco meses y recuerdo el día que volví a verte, sentado en un banco de la plaza más bonita que pueda existir en el mundo, la de la Laguna, con un libro en una mano, y de la otra, a una niña que se parecía tremendamente a ti. Y fue cuando me empezaron a saltar las preguntas. ¿Qué había pasado en tu vida en tantos años? ¿Quién tuvo la suerte de "cazarte" y hacerte padre?

Tal vez debí saludarte, pero no lo hice. Desde que dejé Ayamonte para irme a Granada y después a Sevilla, no habíamos vuelto a coincidir y, ahora, tras quince años fuera y diecinueve sin hablarnos (no por enfado, sino por distancia), me parecía muy chocante el asaltarte con tantas preguntas.

Después, te vi un par de veces por Sevilla en compañía de una mujer bellísima, se resolvieron todas mis preguntas iniciales.

Ahora, indagué. Pregunté a antiguos compañeros de colegio, a las amistades con la que alguna vez te había visto y me dio un vuelco el corazón: ni tenías niña, ni tenías mujer.

Alguien por casualidad me comentó que tenías un blog (que por cierto se mofaba que alguien expusiera su vida tan públicamente), donde, cada día, solías escribir las cosas que por tu cabecita loca te pasaban: trabajo, hobbies, pasiones, ilusiones, decepciones...

Yo, que llevaba mucho tiempo luchando por una relación que, ahora con toda seguridad sé que está muerta, leí tu abecedario. Yo quería que me amaran como tú has amado a esa acompañante con la que te he visto dos veces por Sevilla. Yo quería tener la dicha de sentir que alguien se desvive por cada cosa que hago, por cada pensamiento que me viene a la mente, por cada suspiro que mi corazón da.

Me colé en tu vida de una forma extraña, en unas circunstancias extrañas, en un momento extraño para ambos, lo sé. Pero yo me había enamorado de tu amor por otra.

Afortunadamente, sé que eres buena gente, y cuando lo necesito, me coges el teléfono, o aceptas un café, o me dejas que te secuestre de tus ocupaciones cotidianas. Siempre busco consuelo, y al final, eres tu quien se desahoga, se "jarta" de llorar. Pero nunca me pides la mano, un beso en la mejilla apretaillo, una mirada cómplice, un abrazo de despedida. Nada. Tan sólo dices "bueno, hasta otro día" y te vas, y ni miras atrás.

Yo te veo tus ojos vidriosos sin que me quieras mirar a los míos directamente, siento la suavidad de tu mano sin que roces las mías, siento la carnosidad de tus labios en mi cara sin que hagas el gesto de darme un beso, siento la fuerza de tus brazos sin que rodeen mi cuerpo.

Y todo, porque sigues guardando todo eso para alguien a quien sabes, a ciencia cierta, que no los quiere recibir. A alguien que no aprecia cuánto de bueno puedes agregar a su vida. A alguien que no sabe que perderte puede ser la muerte de una parte de su corazón, que quizás otros jamás hayan llegado ni tan siquiera a rozar con las ondas que la voz transmite, esa parte del corazón que sólo ha latido por ti y que sólo tu sabes como hacer latir. A alguien, por quien lloras a cada momento mientras dices que no sabes por qué te llevas llorando a cada rato.

Me gustaría que vieras esto con los ojos con los que yo lo escribo, y dieras una oportunidad, (a ti o a mí), de comprobar que todo es real, que no es un juego, o para que dejes de pensar que me has servido para forzar algo, o para evitar que pasara algo.

Cada día me duele mas ver como no arrancas de ti las trabas y haces todo lo que internamente deseo (cogerme la mano, abrazarme, besarme en las mejillas), porque poniendo tantas cortapisas, al final...

No quiero pensarlo, porque para luchar en otra batalla no me quedan fuerzas.

Besos (esos que niegas darme).

Todo se acabó

El otro día puse una canción, y la conversación llegó.

Anoche, decidimos que todo se acabara.

La agonía ha durado 1 año, demasiado. Lo hemos intentado muchas veces y no ha podido ser.

Ahora, buscamos abogado que solucione los asuntos de los papeles.

P.D.: Ya conoceís algo más de mí (el color de mis ojos).

Presuntos Implicados - Tenemos que hablar

¿Qué eres?

¿Qué eres?

Sólo un reflejo en la oscuridad de mi cuerpo;

sólo una luz en la inmensidad de mis dudas;

sólo un brillo que perdura.

Pasear por Ayamonte

¿Te vienes a pasear conmigo?...

Soledad

A veces, la soledad en medio de tanta gente, alivia su pena con el murmullo de otras bocas.
A veces, la soledad que buscamos, alivia la desesperación de las decepciones.
A veces, la soledad se impone por si misma.
A veces, me da pánico sentir que la soledad viene a por mi, sin que exista nada que yo pueda hacer para evitarlo.
A veces, sencillamente deseo esa cálida compañia que alivia la más oscura de mis soledades.
¿Quién vendrá a espantar mi soledad mañana?

¿Qué es...?

¿Qué es ...

... lo que te ha pasado que te tiene tan callado?
... lo que hace que cuando tu mirada se pierde en el horizonte hace que te broten lágrimas?
... lo que te hace hablar más de una hora por teléfono a medianoche mientras yo espero a que acabes?
... esa caja que tienes en casa que no quieres que nadie abra?

Sólo tú tienes las respuestas a estas preguntas.

Pero yo, leo tu mente y miro dentro.

Con frio, los abrazos saben mejor

La ropa de abrigo, tras de la cual se esconde la piel que busca calor, busca los abrazos cálidos del invierno cuando al llegar a tu casa, estrechas tu pecho con el mio ofreciéndome tu hogar.
La lluvia tras la ventana.
El viento soplando cuando nos escondemos bajo las mantas.
La tele sonando de fondo y una camilla para conversar a sorbo de café.
Perdona, que decias, es que me perdi en tus ojos y no estube atenta a tus palabras.
Adios al estio, bienvenido Don Invierno.

Amar, odiar, extrañar, desear

Sentir algo es algo sencillo.
Espontáneo. Algo que no se decide, que ocurre sin más.
Se puede luchar contra ello, pero no deja de ser una batalla inútil.
Puede, que, igual que vino, el sentimiento se vaya.
Puede que venga de golpe, o que se acerque poco a poco. Pero, siempre, te golpea.

Amar, odiar, extrañar, desear.
Son sentimientos fáciles de sentir. Tan fáciles de sentir que, a veces, ni siquiera te das cuenta de que los sientes.
Paradójico, ¿verdad?
No te das cuenta de que amas a alguien hasta que lo necesitas tanto que te asusta.
No te das cuenta de que odias a alguien hasta que estallas de repente, de forma irracional.
No te das cuenta de que extrañas a alguien hasta que su ausencia es tan dolorosa que te corroe por dentro.
No te das cuenta de que deseas a alguien hasta que el deseo se te aparece en sueños noche tras noche.

Es curioso.

Porque, son fáciles de sentir.

Pero, ¿por qué es tan dificil asumir?

Quizá en eso está el encanto, ¿no?

Queda menos para las vacaciones

Solo me queda un día de trabajo para que se inicien mis vacaciones.

Este año no iremos a ningún lado, la crisis (tanto económica como sentimental) nos obliga a hacerlo así. Así que no sé cuándo volveré a escribir. Espero que sea pronto.

¿Qué busco?

¿Qué busco?
esa es una buena pregunta.

He tratado muchas veces
de buscar a Dios
y a la justicia.

Soy una pobre diabla
que anda
entre el cielo y el infierno.

Soy una gente
que lo quiere todo
y que no ha alcanzado nada.

Durante meses o años,
busco
la justicia, el pan, la comida,
la sal, el hombre,
y hay momentos,
breves momentos,
en que he querido buscar a Dios...

Nunca lo he encontrado,
el día que lo encuentre
me quedo callada.

Verdaderamente merece la pena estar en Ayamonte durante sus fiestas patronales.

Un padre, un hijo y un gorrión

Un mal día

Hoy necesito una voz amiga.
Este día se me esta haciendo demasiado pesado.
He despertado con una aguda agonía, que no sé de donde viene.
Quiero respirar aire fresco.
Es posible que todo sea una consecuencia del sofocante calor que nos asedia.
En cualquier caso, a cuántos quieran encender una luz nueva que ilumine éste martes caótico de agosto, aquí estoy, esperando...

Así me llamo

Os dejo todos los datos que podeis necesitar para conocer mi nombre.

Obviamente tengo un nombre femenino, cuyo origen es Hebreo, del hebreo compasión o Dios se ha compadecido.

La naturaleza emotiva de mi nombre es amable y condescendiente, además de suave, cordial y sagaz. Se dice de quienes se llaman como yo, que amamos la armonía de las formas y los métodos persuasivos, añadiendo que nos gusta sentirnos alabados.

En cuanto a la naturaleza expresiva, se expresa en forma original en la intimidad y en la integridad. Se distingue por su delicadeza. Ama el buen criterio y el misterio. Busca la aprobación.

Sobre el talento natural de las bautizadas bajo mi nombre, se definen como mentes de pensamiento desbordado. Se expresa como pensador inspirado que eleva las ideas y hace de cada idealización una realización. Recibe aumento en labores que requieren de la comunión de su pensamiento con la cosa pensada. Labores más bien cerebrales que manuales. Ama las cosas del pensamiento, más al crearlas que al disfrutarlas.
Podría destacar en profesiones como médico, enfermero, filántropo, abogado, escritor, pintor, bailarín o en labor comunitaria, sirviendo al público.
El Número de la Suerte para las personas que se llaman igual a mí es el 9

Como último dato, decir que solo son necesarias tres letras del abecedario para llamarme.

Nuestra Elección

A lo largo de la vida, cada cual se ve en la necesidad y en la obligación de hacer elecciones, en función de que será lo que consideramos más conveniente para nuestro día a día.
No es fácil hacer una adecuada elección, pero cuando la tomamos, es necesario que seamos absolutamente consecuentes y responsables con lo que decidimos.
Por otra parte, tampoco tenemos que sentirnos condenados a seguir un camino eternamente, porque fue el camino que un día elegimos.
Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero sobre todo, todos tenemos derecho a emprender nuevos caminos, aún cuando esto signifique que se puede causar dolor ajeno.
Es mucho más cruel vivir sobre una mentira piadosa, en la que morimos a cada golpe de péndulo, que mirar la realidad de frente y cojer nuevo rumbo, dejando que otros aires y otras luces llenen nuestras vidas, porque cierto es que siempre existirá una mañana soleada, en la que despertaremos con ilusiones renovadas.

Suspiros

Porque no toda la leña arde del mismo modo.
Porque a veces, la lluvia encoje las llamas, cuando nadie protege el fuego.
Porque cuando hay llama, el viento se convierte en su alimento, sin embargo, al quedar cenizas, el viento se transforma en verdugo.
Porque se me están acabando los suspiros.
Porque creo que he llegado a la última página de éste cuento y tal vez, solo tal vez, empiece a sentir la necesidad de comenzar un cuento nuevo.
Y porque cuando despierte mañana, quiero seguir llenando mi vida de un "¿Por qué?"...

De lo simple a lo complicado

Es tan simple, que precisamente por ser tan simple, lo terminamos convirtiendo en una situación extremadamente complicada.
Todo tiene su origen en la necesidad de conquista y de posesión que el ser humano alberga en sí mismo.
Si no le interesa a nadie, a mi tampoco.
Si otra persona lo busca, yo también lo deseo.
Cuanto más se me resiste, mas me empeño por tenerlo.
Cuando lo he conseguido, me empiezo a aburrir de ello.
Es así de simple y al mismo tiempo, así de complicado.
Este juego absurdo, hace que muchas veces, nos perdamos por caminos que no nos conducen a ningún lugar, intentando alcanzar destinos que realmente no tienen el interes o la importancia que inicialmente creemos.
Lo verdaderamente auténtico siempre permanece en nuestras vidas, porque una vez que lo alcanzamos, nunca estamos seguros de cuanto puede durarnos, de tal modo que día a día empleamos nuestras armas de conquista en la lucha por jamás perderlo.
Abrir bien los ojos, y no perder el tiempo en batallas sin sentido, porque nada que no sea realmente auténtico, se merece que derramemos nuestra vida en un intento por tenerlo.

Estrenando

Hola!.

Me animo a iniciar este blog después de haberme pasado todo el santo día hablando con José Manuel "delars" sobre el tema.

Y me ha animado de tal forma que ahora mismo lo comienzo, mientras que me va explicando por messenger cómo hacerlo.

Yo soy una chica que le gusta la literatura, y suelo escribir cositas de vez en cuando, así que, cada vez que escriba lo publicaré aquí y además publicaré cosas que tengo escritas desde hace algún tiempo.

Gracias, José Manuel, por animarme, y... ¡a ver cuánto duro!