Punto de partida

Todo tiene un punto de partida.
Lo nuestro, siempre se ha iniciado tras un pequeño contacto.
¡Quédate!

Desayunando con una de las petardas en Barna

Buenos días!

Acabo de tomarme una pedazo de tostá y un café en plenas Ramblas de Barcelona y quería compartirla con vosotros. ¡¡¡Que hace un año que no os escribo!!!

La autora de la foto es la petarda Mónica, que desde que acabó al carrera en Graná vive aquí.

Molts petonets!!!

Camino resuelta por la Quinta Avenida. Me paro en frente de St Patrick Cathedral. Miro por enésima vez el reloj. Son las doce del mediodía y la persona con quien he quedado aún no ha llegado. Decido sentarme en los escalones de la catedral y veo la gente pasar. Observo como una chica con un abrigo rojo se detiene enfrente del escaparate de Zara y seguidamente cruza el semáforo en rojo, esquivando con agilidad un par de taxis que por poco la atropellan. Sonrío para mis adentros. Esa chica tiene que estar loca. La muchacha del abrigo rojo se detiene a un par de pasos de mí. Será el último café que con mi amiga Amy me tome en Nueva York y la última foto que me haga en el Hudson.

¿Cuántos besos hacen falta para saciarte de ellos?

Desde finales de septiembre que no veía a mis peques.... ¿Cuántos besos de ellos me hacen falta para que me sienta saciada? No creo que eso pase nunca.

Gracias mundo, por permitirme vivir con dicha.

Huracán Sandy, segunda parte

Es madrugada y no puedo dormir. Estamos en la Fraternidad en alerta, pues estamos en la Zona A de Nueva York, aunque el agua no ha llegado a inundar nuestra calle. Esta es la foto de Sandy cuando pasó por Liberty Island, esta tarde.

 

EDITED: Ahora que ha vuelto la luz y tenemos internet... Lógicamente la foto es un fake que circula por la.

Huracán Sandy

Este es Sandy, el huracán que está amenazando a la Ciudad de Nueva York. Y yo aquí, sin poder salir.

Preparando la vuelta

Ufff... no sé como me ha dado por volver a escribir. (Me) prometí no volver hacerlo.

Anoche celebré mi trigésimo sexto cumpleaños (realmente fue el 20, pero no tenía a los niños). Hubo comida y bebida de más, tarta y dulces para empalagar al más chuchón amigos que hacía mucho que no veía, mi hermano y mis padres, mis niños...

Ahora que me acabo de levantar y los niños siguen dormidos, empiezo hacer las maletas para volver el martes a NYC para terminar los tres meses que quedan de mi máster. A la vuelta hay incertidumbres de volver al trabajo, pero eso ya se verá.

Debo dar las gracias a esas personas que han hecho que estos tres meses en el pueblo (y a caballo con Sevilla) hayan sido especiales: sin vosotr@s no hubiera podido soportar la idea de estar lejos de mis niños estando tan solo a 150 kilómetros de aquí. Y gracias a tí, por permitirme acercarme y volver a dejarme ser tu amiga.

No sé si volveré a escribir desde NYC, pero estad seguros que mi corazón y mi mente están en este rinconcito del mundo.