A veces, la soledad en medio de tanta gente, alivia su pena con el murmullo de otras bocas.
A veces, la soledad que buscamos, alivia la desesperación de las decepciones.
A veces, la soledad se impone por si misma.
A veces, me da pánico sentir que la soledad viene a por mi, sin que exista nada que yo pueda hacer para evitarlo.
A veces, sencillamente deseo esa cálida compañia que alivia la más oscura de mis soledades.
¿Quién vendrá a espantar mi soledad mañana?
La verdad es que si, me falta el mar para compartir esta soledad.
ResponderEliminarA veces mientras paseo vacío por la gran ciudad busco sin quererlo el mar para detenerme y dejar de vagar en circulos a ninguna parte.