Me acabo de acordar que estabas.
Y yo aqui, tan lejos. Lo mucho que odio este lugar, y ahora mismo, las pocas ganas que tengo de poder sentarme ante este banco terrorifico, con este perfume tan peculiar de oficina poco ventilada. Rodeada, y tan sola.
Pues sí.
Creo que ahora necesito una palmadita de las tuyas. O una mirada, o un gesto, o un cabreo, o un beso...porque estoy aquí. Y jodidamente me pregunto que pensarás.
P.D.: Nos vemos esta tarde para vivir las fiestas del pueblo
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