Ufff... no sé como me ha dado por volver a escribir. (Me) prometí no volver hacerlo.
Anoche celebré mi trigésimo sexto cumpleaños (realmente fue el 20, pero no tenía a los niños). Hubo comida y bebida de más, tarta y dulces para empalagar al más chuchón amigos que hacía mucho que no veía, mi hermano y mis padres, mis niños...
Ahora que me acabo de levantar y los niños siguen dormidos, empiezo hacer las maletas para volver el martes a NYC para terminar los tres meses que quedan de mi máster. A la vuelta hay incertidumbres de volver al trabajo, pero eso ya se verá.
Debo dar las gracias a esas personas que han hecho que estos tres meses en el pueblo (y a caballo con Sevilla) hayan sido especiales: sin vosotr@s no hubiera podido soportar la idea de estar lejos de mis niños estando tan solo a 150 kilómetros de aquí. Y gracias a tí, por permitirme acercarme y volver a dejarme ser tu amiga.
No sé si volveré a escribir desde NYC, pero estad seguros que mi corazón y mi mente están en este rinconcito del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario